Cómo lograr hacer concretos tus objetivos

En mi experiencia, tanto como acompañante de personas como en mis propios procesos de cambio, he apreciado la dificultad que tenemos las personas la mayoría de las veces de conseguir que nuestros objetivos sean concretos, específicos, aterrizados. ¡Vamos, todo aquello que la teoría del coaching, el management, el liderazgo, la psicología y demás, te dicen que tiene que ser!

Normalmente las personas tenemos en la cabeza una idea de lo que queremos y para nosotrxs, en apariencia, está muy clara, es muy obvia. Pero no es del todo cierto, porque se nos quedan muchos flecos sueltos que son esenciales tanto para poder elaborar un buen camino (plan de acción) hacia ellos, como para fijar con claridad y dejar estipulado de antemano los indicadores de nuestra evolución y éxito.

Para conseguir hacer el objetivo realmente específico, la clave más importantes es…

¡¡VISUALIZARLO!!

No se trata de sentarse a meditar sobre él con los ojos cerrados. Esto es un recurso, pero no es necesario. Lo que hace falta es:

PREGUNTARNOS cosas sobre él

para que nuestras respuestas lo vayan perfilando y definiendo. Y puedes darles respuesta con lo ojos cerrados o abiertos, pero recuerda siempre al final tomar nota de los detalles y las respuestas.

Esas preguntas deben ayudarnos a:

  • ser capaces de prever y anticipar ese momento en que alcanzamos aquello que queremos
  • saber cómo será
  • cómo nos sentiremos
  • cuáles serán los cambios que experimentaremos
  • hacer los ajustes necesarios para trabajar hacia lo que realmente queremos, y no cualquier otra cosa

Y para un sin fin de cosas más.

Para facilitarte esta tarea de definición, aquí puedes descargarte este cuestionario en el que encontrarás una serie de preguntas que te transportarán al momento en que tu objetivo ya está en tu vida y lo hayas logrado. Puede pasarte que creas que no tienes respuesta a alguna de las preguntas, o que te parezcan tonterías, obviedades, redundancias… O incluso que te de pereza responderlas. Solventar esto depende de ti. Yo sólo te voy a dar 3 consejos para superarlo:

Una Más » Usa el recurso: “una más, voy a contestar sólo una más” (y luego, cuando acabes con esa, te lo vuelves a decir).

Permítete soñar » No tengas prisa por contestar. Piensa la pregunta y deja que ella despierte tu imaginación. Si no te sale una respuesta racional, pues que sea emocional. Deja que tu hemisferio derecho participe también.

Busca las diferencias » si alguna pregunta te parece redundante tienes dos opciones. Una, por supuesto, contestar lo mismo que en la otra pregunta. Y dos: hacer el esfuerzo de contestar algo diferente, de ver si hay algo diferente en la intención o significado de la pregunta. Recuerda: ¡cuanta más información te des, mejor!

 

Y hasta aquí el post de hoy. Estoy a tu disposición para ayudarte en el momento en que lo necesites, así que contacta.

 

DESCARGA AHORA EL CUESTIONARIO » Mi objetivo al detalle