Category: Deportivo

8 claves para hacer balance deportivo

8 claves para hacer balance deportivo

El periodo navideño es un buen momento para hacer balance de cómo va hasta ahora la temporada (o cómo fue la anterior), y poder establecer los pasos a seguir en el año entrante.

“Hacer balance” no es ni más ni menos que hacerse una serie de cuestionamientos sobre la evolución de una situación, haciendo una comparativa entre lo que se esperaba de la situación a priori (expectativas) y lo que finalmente ocurrió (resultados). Y esto no  es “baladí” porque de él se pueden obtener unas conclusiones muy útiles y productivas para el futuro. 

Yo os sugiero varias claves a tener en cuenta: 

  • Hazlo siempre, tanto si has cumplido objetivos como si no.
  • Relaciónalo con un objetivo, es decir, que la comparativa sea respecto al logro o no de un objetivo que se quería alcanzar.
  • Temporalízalo: lo normal es hacer el análisis sobre la última temporada ya finalizada (si es que aún no has comenzado una nueva) o sobre lo que lleváis de ella, y no sobre toda una vida como deportista, o desde que eres… senior, por ejemplo.
  • Céntrate en hechos objetivos: en lo que sucedió, en resultados, marcas, número de carreras o partidos, cantidad de desplazamientos fuera de casa, cantidad de lesiones, asistencia de deportistas en los entrenamientos… y no en “la primera vuelta nos tocó contra los más fuertes de la liga” o “no estábamos preparadas para competir a ese nivel”. Osea, una cosa es encontrar la causa que provocó el resultado, y otra es excusarse y hacerse la víctima.
  • Analiza cómo te encuentras actualmente, es decir, a dónde te ha llevado ese pasado. ¿Cómo te encuentras ahora? ¿Hay lesiones? ¿Cuál es tu estado de ánimo? ¿Qué nivel de energía tienes ahora? ¿Cuál es tu motivación?
  • Pon intención de descubrir: analiza con intención de ver más allá de lo obvio, incluso buscando un patrón, algo que se repita una y otra vez.
  • Plasma gráficamente la evolución: no hace falta rigor, simplemente dibuja la línea evolutiva de la etapa que estés valorando.
  • Se positivo/a y aprende: es momento de juzgar, pero no de fustigarse. El juicio ayuda al análisis, pero la culpa se puede quedar fuera. Lo que importa, es saber aprovechar esa información y estar dispuesto/a a introducir los ajustes que necesites.

Llegados a este punto, mira hacia delante:

  • Si tu balance es positivo (has conseguido los objetivos), cuantifica tu satisfacción del 0-10 y, si es menor que 10, pregúntate qué sería lograr la siguiente puntuación.
  • Si tu balance es negativo (no has conseguido objetivos y no estás satisfecho/a), pregúntate “si lo volviera a vivir, ¿qué haría diferente?”.
El deporte más allá del deporte

El deporte más allá del deporte

¿Qué aporta el deporte a otras esferas de la vida? 

El deporte es un gran maestro de habilidades para la vida, y una de ellas es la gestión del fracaso y la capacidad de sobreponerse ante la adversidad. Resiliencia, esfuerzo, persistencia, equilibrio, gestión del error, afán de superación, retroalimentación y aprendizaje, son algunas de las capacidades que un deportista, del nivel que sea, va desarrollando en su esencia como deportista. Son conceptos intrínsecos al deporte, resultado de la conjunción entre juego, preparación y competición. Esto hace que los deportistas (en general) puedan estar más preparados para gestionar el fracaso y perseverar en objetivos que no son deportivos, sino que trascienden a otras esferas de su vida (profesional, familiar, personal…). “Están hechos de otra pasta”, el deporte se fusiona con ellos para ser su estilo de entender e interpretar la vida. 

¿Y esto por qué se produce?

En el deporte trabajas una y otra vez para exponerte a una circunstancia en la que tienes la posibilidad de fracasar, y aunque te entrenas para no hacerlo, la propia preparación contiene esa posibilidad desde la que se planifica cada entrenamiento a fin de evitar el fracaso en la competición. 

Con la competición y con los objetivos, los deportistas se exponen a la posibilidad de su propio fracaso, cosa que en la vida fuera del deporte las personas hacemos, trabajamos y vivimos sin prepararnos para esa “lucha” con la vida, para exponernos de esa manera a la posibilidad de perder y fracasar. En la vida en general, este fracaso aparece cuando aparece, te lo encuentras, es diferido. En el deporte, sabes que tienes una cita con ello frecuentemente, y eso te curte, es una escuela para afrontar otras situaciones vitales.

De las claves de cómo afrontar ese fracaso en el deporte, porque también hay que gestionarlo, hablaremos en otro artículo.

4 Claves para recuperar tu vida deportiva

4 Claves para recuperar tu vida deportiva

Hoy vamos a hablar de ti, que has sido deportista “toda la vida” y hace mucho mucho tiempo que estás “parado/a” y ahora te has dado cuenta de que a tu cuerpo le vendría muy bien practicar actividad física, con lo que has comenzado a hacer ejercicio. Es decir, atentos todos y todas aquellas que os hayáis alejado de vuestra condición física “óptima” y, por tanto, también alejados/as de vuestra satisfacción con vuestro cuerpo y con vuestro tono, y que ahora os entran urgencias por recuperar el tiempo perdido. 

Los deportistas, independientemente del nivel competitivo o de rendimiento, desarrollamos una mentalidad deportiva que, normalmente, relaciona diferentes dimensiones de nosotros/as mismos/as. Relaciona la capacidad con la expectativa, relaciona la satisfacción con el aprendizaje y con resultado, las creencias y la autoestima con la ejecución de las tareas… por tanto, te ayuda a leerte y a conocerte.

Bien, pues, cuando muchos deportistas hemos tenido esa mentalidad deportiva, estamos acostumbrados a sentir nuestro cuerpo y sentir “la capacidad”, sentir cómo nuestro cuerpo respondía ante determinadas tareas, ante determinados retos deportivos, y resulta que ahora nos encontramos en un cuerpo que no reconocemos (en sentido deportivo, claro). Tu mente se hace unas aspiraciones, rescata del recuerdo la motivación que tiene esa adrenalina de sudar, de esforzarse, de poner tu físico en un punto para lograr un objetivo, una tarea. Pero resulta que tu cuerpo no responde como antes. Y entonces parece que sea algo así como un romance no correspondido entre tu cuerpo y tu mente, donde uno de los dos elementos, si no consigues llevar el proceso con equilibrio y autoconciencia, se va a acabar mudando de casa. 

O bien empiezan a aparecer lesiones (desde una contractura o una rotura de fibras, hasta esguinces o roturas ligamentosas) o bien se esfuma la motivación, aparece la frustración, o la pereza, y tu cabeza ya no te acompaña en este cambio de hábito que tan decididamente habías emprendido.

Por eso, en este proceso de “reincorporación”, es muy importante que tu mente te acompañe de una manera adecuada:

1.- Aprende de nuevo a leer y escuchar tu cuerpo “de ahora” y marca tu “cuerpo de antes” sólo como un referente;

2.- Planifica y visualiza un adecuado proceso e hitos de control y seguimiento;

3.- Ve adaptándote, en su caso, a tu evolución y a la respuesta de tu cuerpo, sin prisa;

4.- Disfruta simplemente de haber vuelto a activarte.

En este tema, y más en los tiempos que vivimos, vale más la pena afianzar un hábito de actividad física, que conseguir rápidamente tono, potencia y/o capacidad corporal.

Usa la cabeza para poner tu cuerpo en forma.

Publicado en periódico LA VOZ DE TU COMARCA (5-11-2020) http://www.lavozdetucomarca.info

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